En una acción que dejó de ser inusual, delincuentes insisten en ingresar municiones a la cárcel de Los Andes, vía la denominada técnica del “pelotazo”. En el último año ya son numerosos los intentos de ingresar balas para distintos tipos de armas a este recinto penintenciario, por lo cual, Gendarmería ha adoptado medidas especiales frente a la situación reforzando la vigilancia al interior de los inmuebles.
Los Andes y Valparaíso
De acuerdo a la estadística los complejos penitenciarios de Los Andes y Valparaíso son los principales objetivos de estas operaciones que tienen como principal afán hacer llegar estas municiones a sujetos y otros elementos prohibidos a los privados de libertad que se encuentran en las diferentes unidades penales.
En ese contexto, el método del “pelotazo” fue precisamente el empleado en los últimos casos registrado en el Complejo Penitenciario de Valparaíso y el Centro de Cumplimiento Penitenciario de Los Andes.
El primer hecho ocurrió la mañana de este lunes, aproximadamente a las 10:30 horas, en la unidad porteña.
“En circunstancias que personal del Equipo de Canes Adiestrados (ECA) estaba efectuando una ronda perimetral por el sector de seguridad, más conocido como línea de fuego, pudieron localizar y detectar un elemento sospechoso, el cual, al revisarlo, tenía tres municiones calibre 12 de escopeta”, detalló el director regional de Gendarmería, coronel José Luis Meza Guajardo.
Doce horas más tarde se lograron incautar dos nuevos “pelotazos”, esta vez en la unidad penal de Los Andes. La gendarme apostada en uno de los puestos de vigilancia de la unidad informó por radio que desde el exterior del establecimiento se habían lanzado dos objetos, los que quedaron alojados en el techo del patio del dormitorio número dos.
Ante el aviso de la funcionaria, de inmediato personal nocturno accedió hasta el lugar, logrando capturarlos. Los dos objetos contenían los mismos elementos prohibidos: tres municiones calibre 32, dos trozos de sierras y cinco envoltorios de papel cuadriculados con polvo color beige.
Finalmente, la mañana de este martes, a las 08:45 horas, se halló un envoltorio en la sede institucional de la cárcel aconcaguina, la cual colinda con el recinto penitenciario. Un gendarme se trasladó hasta el lugar para realizar diversas labores y al ingresar encontró un calcetín en cuyo interior se guardaban dos municiones de escopeta, dos trozos de sierra y una bolsa con un polvo de color blanco.
El coronel Meza destacó la relevancia de la constante vigilancia al interior de las unidades penales
“Los perímetros de las unidades están con bastantes medidas de seguridad, tanto tecnológicas como humanas para, obviamente, salvaguardar la integridad de las unidades penitenciarias y mantener la seguridad y vigilancia. Es muy relevante que nosotros podamos tener un control sobre esta zona, ya que es el límite que tenemos con la calle. Continuamente revisamos nuestros protocolos de seguridad para hacer más eficiente y eficaces en la detección de elementos prohibidos”.
Gendarmería precisa que cotidianamente se están efectuando procedimientos de registro y allanamiento en todos los establecimientos penales de la región para incautar teléfonos celulares, armas blancas, drogas, etc.
Leave a Reply