El Obispo de San Felipe Gonzalo Bravo respecto al sorpresivo despido de la representante legal y directora del Liceo Parroquial de Rinconada, Dinora Cruz Vargas, sostuvo que la medida no fue fácil; “y se tomó por falta de comunicación con el sostenedor en los últimos 22 años.”
Aunque a fines de noviembre y después de varias protestas en las afueras del Obispado en San Felipe de apoderados, profesores y alumnos, la autoridad de la iglesia católica en Aconcagua sostuvo que la docente Dinora Cruz continuaría como representante legal y directora, este lunes Gonzalo Bravo sorprendió a la comunidad rinconadina anunciando la desvinculación de la profesional.
El Obispo reconoció que en el último tiempo la situación del Liceo Parroquial de Rinconada ha tensionado bastante el ambiente; “porque el 8 de noviembre se presentó y se intentó que pusiera el cargo de representante legal a disposición, teniéndose por entendido que este es el representante del sostenedor que en este caso es la parroquia. Entonces la idea que entre un representante legal y el sostenedor tengan una comunicación estrecha, donde haya una comunicación dinámica, creativa y sustentable, pero en este caso eso no había ocurrido en los últimos 22 años, y en el último tiempo tampoco lamentablemente se pudo fraguar.”
Bravo enfatizó que un representante legal es una persona de confianza; “de comunicación directa que siente con el sostenedor poder implementar todo lo que significa el trabajo de una gestión y eso no ocurrió acá. Y cuando se plantea la posibilidad de cambio de representante legal ella (Dinora Cruz) en un sentido muy honesto y coherente sostiene que no podría trabajar con alguien más, y que si no es representante legal tampoco sería directora.”
“Esperamos este último tiempo si podíamos componer la relación, la falta de comunicación y la verdad es que no dio para más. Por eso fue la decisión final que sabemos que a la comunidad educativa a sufrido, sabemos que la apreciaban, porque el liceo es un colegio de excelencia, tiene todas las subvenciones posibles, pero la dinámica comunicacional entre el sostenedor que es la parroquia San José Obrero y ella como representante legal, era realmente nula, no había ningún tipo de comunicación.”
Foto: Dinora Cruz Vargas
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