Después de permanecer 130 días internado en el hospital San Juan de Dios de Los Andes tras contagiarse de Covid-19, paciente andino Carlos Araya, el pasado viernes obtuvo el alta médica pudo regresar a su domicilio para reencontrase con su familia.
Ciertamente la pandemia por coronavirus ha sido el principal problema que la población y el personal de los establecimientos de salud han debido afrontar este año. Muchas personas no creen que la enfermedad es real, pero cuando ésta afecta a un cercano o ser querido, comienza a dimensionarse la gravedad que tiene y el impacto en la vida personal y familiar.
Don Carlos ingresó con varias condiciones de salud que complicaron su estado, razón por la que estuvo en la Unidad de Cuidados Intensivos ayudado por ventilación mecánica, en la Unidad de Tratamiento Intermedio y finalmente en el Servicio de Medicina Respiratoria. Hoy vuelve a su casa con el apoyo de terapia kinésica, que le permitirá recuperar su masa y retomar actividades habituales tan comunes como caminar. También contará con apoyo del programa de Hospitalización Domiciliaria del HOSLA y de equipos de atención primaria de salud.
Hasta antes de ser hospitalizado, don Carlos trabajaba en un supermercado de la ciudad, y no recuerda cómo llegó al establecimiento, ni la condición en que ingresó. Sólo tiene referencias por la información que los médicos y equipo clínico le han entregado. Al respecto, el Jefe de la Unidad de Paciente Crítico del HOSLA, Dr. Luis Foncea, indica que ingresó a fines de mayo con una neumonía grave, a causa del Covid19. Conforme pasaron los días, pasó por distintas etapas, estando incluso en riesgo vital. Afortunadamente logró salvar la parte crítica y evolucionó de manera positiva, alcanzando hoy un estado de salud que le permite volver a su hogar, sin riesgos para él ni para su entorno familiar.
En tanto, el Jefe de la Unidad de Kinesiología del HOSLA, David Miranda, explicó que don Carlos se encuentra en la etapa final de su condición clínica, donde debe recuperar su función motora. Indica que las personas que han estado mucho tiempo en cuidados intensivos sufren una condición denominada Debilidad Adquirida en UCI, producto del largo tiempo que permanecen inmovilizadas y que produce pérdida y disminución de la fibra muscular. La idea es que a través de rehabilitación motora, don Carlos consiga retomar sus habilidades y alcance un nivel de autovalencia lo más cercano posible a cómo lo hacía antes de contagiarse de coronavirus.
Sobre las condiciones médicas en las que vuelve a su domicilio, el Jefe (S) del Servicio de Medicina, Dr. Freddy Duarte, precisó que ya la dificultad respiratoria del paciente está superada, sin necesidad de alguna máquina que le ayude a respirar. Lo que viene en adelante es continuar con las terapias de rehabilitación kinésica, para mantener su capacidad respiratoria y mejorar su condición motora. Para ello deberá contar con apoyo de kinesiología, fisioterapia y fonoaudiología. Además se coordinarán con la atención primaria y Hospitalización Domiciliaria, a fin de realizar sus traslados a la Unidad de Kinesiología del HOSLA, para continuar con sus terapias.
Don Carlos es un paciente que egresa exitosamente del HOSLA, luego de una larga lucha que los médicos, enfermeras, TENS, auxiliares, kinesiólogos, y otros profesionales y técnicos, dieron para salvar su vida y conseguir su rehabilitación. Como él, son varios los pacientes que han conseguido superar esta enfermedad, pero algunos no lo han logrado y debemos lamentar su deceso.
Como experiencia y reflexión, don Carlos nos entrega un mensaje claro y directo: “esta enfermedad mata a cualquiera, no se confíen, el coronavirus es un peligro”.
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