Pérdidas por más de $8 millones sufrió la conocida relojería “Donde Lalito”, ubicada en calle Salinas en San Felipe, luego que delincuentes la madrugada de este martes ingresaron al local y se llevaron más de cincuenta relojes de diferentes marcas y antigüedades que habían sido mandados a reparar.
Luis Cárcamo, propietario de la relojería, indicó que el robo quedó al descubierto a mitad de la mañana de este martes; “ahí me di cuenta que en la parte posterior habían sacado una plancha de zinc del techo y rompieron por el baño para entrar.”
El conocido “Lalito” contó que a medida que todavía no tienen la cantidad total de especies robadas; “porque seguimos revisando y son muchos los relojes que no faltan, sobretodo de esos relojes antiguos a cuerda, mas algunos relojes con caja de oro. Me robaron una máquina para hacer desgaste y pulido en joyas, entonces recién estamos terminando de evaluar, faltan muchos relojes que estaban listos, reparados, que era llegar y entregarlos. Habían relojes del 2011 en adelante y todo eso los pescaron y se los llevaron en bolsas, calculamos hasta ahora que se llevaron más de 50 relojes, puro relojes que estaban arreglados, más los que sacaron de la caja de fondos.”
El relojero cuenta que esta es la segunda vez que sufre un robo millonario; “la primera vez buscaron el puro oro, pero ahora no, buscaron para llevarse solamente los relojes de valor, y nos siguen faltando, porque todavía no terminamos de revisar las cajas.”
La mayoría de las especies robadas se trata de relojes de marcas y finos; “que no valen cien, dos mil pesos, hablamos de que cuestan varios pares de millones de pesos.”
“Menos mal que no ingresaron al salón de ventas, porque si no me dejan en la calle. Porque no pudieron abrir para la parte principal se dedicaron a robar todo lo que estaba adentro, con todo el tiempo del mundo porque como dije abrieron hasta la caja de fondos.”-acotó Cárcamo.
Este millonario robo deja al conocido “Lalito” en una situación económica más que complicada; “porque tengo que responderle a mis clientes por sus relojes robados, yo tengo que darle la cara al cliente, porque no les puedo decir me robaron y me voy para la casa. Tengo que explicarles y llegar a un acuerdo con el cliente, tengo que responder y tengo que ver cómo hacerlo, ya hoy no tenia deseos de venir a trabajar, porque ni vendiendo la casa puedo salir de las deudas que tengo y pagar los del robo, quedaría más encalillado, pero tengo que seguir luchando.”
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