Una serie de daños dejaron delincuentes que la madrugada del viernes ingresaron a robar a las dependencias de la iglesia San Antonio de Padua en la localidad de Almendral en San Felipe. Lo más grave fue que los antisociales dejaron un cirio encendido que pudo haber provocado un incendio que hubiese convertido en cenizas el templo.
El encargado de Comunicaciones del Obispado, José Fernández, contó que los antisociales que ingresaron al revisar las dependencias en busca aparentemente de especies de valor provocaron más daños que nada; “porque en realidad cosas de valor no habían.”
Los delincuentes como botín se llevaron un equipo de amplificación que se ocupa para las procesiones que hace la comunidad de Almendral; “destruyeron mobiliario, abrieron gavetas, registraron la sacristía en busca de algo más, pero no cosas de valor ahí no habían.”
El encargado de comunicaciones si lamentó que los delincuentes que al parecer tuvieron todo el tiempo del mundo para recorrer las instalaciones de la iglesia, pudieron haber provocado un incendio de proporciones que podría haber destruido la antigua iglesia; “porque dejaron un cirio encendido en la sacristía y eso podría haber tenido consecuencias inimaginables para el templo si se hubiese originado un incendio.”
Los delincuentes aparentemente descerrajaron alguna ventana para poder ingresar al templo, cosa que ya había ocurrió quince días atrás; “por lo que se está revisando detenidamente para saber, porque se habían tomado algunas medidas, debido a las reparaciones que se están haciendo en la iglesia.”
José Fernández, indicó que no hubo daños a figuras religiosas; “de valor nada, ocuparon sillas y algunos libros sagrados para ponerlos como pisaderas, pero a las imágenes que tiene la iglesia no se les hizo ningún daño.”
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