Durante todo mi desempeño como alcalde, y durante todos los gobiernos en los que me ha correspondido ejercer mi rol como autoridad, incluyendo por cierto ambos gobiernos de la Presidenta Bachelet, siempre he apoyado las movilizaciones de las y los profesores. Como hijo de profesora, entiendo que el rol docente es fundamental en la construcción de una sociedad. Entiendo además que los profesores son quienes van diseñando y generando las condiciones de una educación de manera integral, no sólo de aquella educación que únicamente se preocupa de generar las condiciones para obtener mayores recursos en la vida, sino que por sobre todas las cosas, una educación que genera una sociedad más culta, más humana, con mayor conciencia social, ecológica y capacidad de construir proyectos colectivos, tanto en nuestras comunas como en el país.
Creo firmemente que el rol que debe desempeñar la educación no es el de una mercancía que se adquiere o que se compra y vende, sino que tiene que ver con cómo construimos una mejor sociedad para todas y todas, en todos los aspectos y niveles.
Desde que se generó el modelo educacional actual vigente en la década de los ‘80, la educación ha sido considerada como una mercancía, como un producto de mercado, donde evidentemente quienes tienen más recursos pueden comprar mejor educación, por lo tanto se han seguido perpetuando las diferencias sociales abismantes que existen en nuestro país en todo orden, no sólo económico, sino que también cultural y social. Es la visión respecto de la educación como bien de consumo la que ha terminado esquilmando nuestro sistema y calidad, lamentablemente siempre a quienes se les culpa es a los docentes. Por eso es que siempre he estado y estaré con las movilizaciones de los profesores que tiendan a colocar al rol y sobre todo la dignidad docente en el lugar que les corresponden y que se merecen.
Los países más desarrollados del mundo son los que han realizado esta apuesta y, por lo tanto, considero fundamental en este momento complicado, dar una señal de respaldo a los docentes que se movilizan para obtener una mejor educación para nuestro país. No se trata de gobiernos de turno, sino de cómo se genera una política estructural de parte del Estado para definir la educación como el eje fundamental sobre el que se construye nuestra sociedad. En otras palabras como dijera aquel calellarguino ilustre, Gobernar sigue siendo Educar.
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