Aconcagua

“En Chile hubo abusos de poder, abusos de tener y abusos de conciencia”-confesó Obispo de San Felipe

En medio del revuelo mediático por la “renuncia” masiva que presentaron los 31 Obispos que viajaron a encuentro con el Papa Francisco en Roma, el Obispo de San Felipe, Cristian Contreras, enfrentó a la prensa local haciendo su propio “mea culpa” de la crisis de la iglesia católica en Chile.  (Foto: Obispo Cristian Contreras en el Encuentro de los Obispos chilenos con el Papa Francisco en Roma)

“La iglesia reconoce que es una iglesia de vida, que es una iglesia que está en deuda, especialmente con las víctimas. No es posible que en Chile haya habido tantos casos de abusos, no solo de menores, sino que también abusos de poder, de tener, abusos de conciencia y eso hiere profundamente a las víctimas, y nosotros tenemos que defender a las víctimas. De eso se trata, a eso nos llamo el Papa y nosotros estanos absolutamente de acuerdo con el Santo Padre.”-comentó Cristian Contreras, en su primeras declaraciones al llegar a San Felipe procedente de Roma.

Partió contando que el Papa Francisco les enrostro que la iglesia chilena es una iglesia herida; “una iglesia que necesita ser sanada y para hacerlo necesita ser humilde, servidora, que para ser sanada requiere de sacerdotes buenos, sacerdotes santos, sacerdotes profetas, como aquellos que dieron sus vidas en momentos difíciles del país, que dieron su vida por defender la integridad del ser humano. No es que queramos volver a esos momentos desgraciados, pero vivimos otro momento donde también se violan los derechos humanos y especialmente de los niños.”

El sacerdote dijo que ellos tenían toda la obligación de hacer lo imposible para que los abusos no ocurrieran; “y si ocurriere debemos tomar todas las medidas de tal manera que se haga justicia y se haga verdad.”

¿Qué va a pasar con los casos de abusos sucedidos en Aconcagua?

“Puedo señalar los casos nuestros. El primero que abordamos fue en Los Andes de René Benavides, ese sacerdote después de un proceso penal judicial fue expulsado del ministerio. Después supimos del caso de Francisco Valenzuela, este sacerdote reconoció su delito y el mismo firmó una carta de puño y letra para que el Papa Francisco lo dimitiera del estado clerical y también del celibato, y en muy pocos días llegó esa respuesta. De tal manera que Francisco Valenzuela dejó el ministerio y el celibato, esta fuera de la iglesia y además está cumpliendo quince años de presidio. El tercer caso fue lo ocurrido en Santa María con el sacerdote Juan Carlos Orellana, este fue visto por la justicia civil y justicia canónica. La justicia civil lo condenó a cuatro años con pena remitida y firma, y la justicia canónica lo condenó a tres años a tener un retiro permanente sin poder ejercer ningún ministerio en la iglesia, a no confesar, y a vivir con sacerdotes, etc. Después de siete años al cura Orellana recién ha sido autorizado a solamente trabajar con adultos y jamás con menores. Después vino el caso del sacerdote Raúl Inostroza de la iglesia Andacollo, en este caso no hubo acusación ante los tribunales civiles, pero yo como obispo al conocer la situación, lo removí y lo suspendí del ministerio a fin de facilitar la investigación y posteriormente se siguió un proceso penal administrativo que terminó con penas en su contra y cuando las cumplió, el dijo que no seguía en el ministerio y hoy está en su casa retirado. Entonces al referirme a estos casos quiero decir que aquí en la Diócesis nada se metió debajo de la almohada.”

¿Tranquilo de como enfrentó estos casos?

“Aquí en San Felipe de los casos que ha habido a ninguno lo he mandado para ninguna parte. Todos se han resuelto aquí, yo no he mandado a ningún cura para otra Diócesis, ninguno, y a ninguno lo voy a mandar. Porque si mañana cualquier cae en este u otro tipo de delito, lo sabe que en veinticuatro horas será revelado del cargo que tiene y suspendido del ministerio.”

¿Obispo presentó su renuncia?

“Presentamos los cargos a disposición del Santo Padre y lo hicimos con mucho gusto, con mucha disponibilidad porque no es una manera de decirle, mire cuidado, no, no. Porque yo estoy convencido que si el Santo Padre piensa, y yo también lo asumo, si no soy el pastor adecuado para estos tiempos y para abordar las situaciones en las que se requiere hacerlo con urgencia, yo estoy en absoluta disposición para ello. Porque lo que importa acá es el pueblo de Dios (…) y en ese pueblo de Dios incluyo a quienes han sido víctimas de abusos.”

¿Cuándo se sabrá la resolución del Papa sobre las renuncias?

“No lo sabemos porque él en su carta dice que habrá medidas a corto, mediano y largo plazo. Entonces yo pienso que no se trata solamente de una medida a corto plazo, porque usted me puede decir solucione el problema en el Obispado porque apague el incendio, pero el obispado tiene que seguir existiendo y cuando digo Obispado digo la iglesia. Entonces la reparación de la iglesia es un proceso mucho más largo. Creo que sanar heridas es un proceso que requiere de mucha humildad, mucha penitencia. Nosotros no debemos, ni queremos estar en el centro, en el centro debe estar Jesucristo, ese es nuestro ministerio, esa es nuestra vocación.”

El Obispo Contreras sostuvo que para superar el momento que está enfrentando la iglesia se requiere mucha vocación sacerdotal; “esto requiere de mucho testimonio, renovar y yo soy el primero en renovar esa vocación inicial, cuando Dios me llamó para estar al servicio de los más necesitados.”

“Y sepan que este Obispo ha sufrido mucho, mucho los largos años que llevó acá en San Felipe, puesto que en San Felipe he pasado mucho tiempo siguiendo los casos en mencionado en la justicia civil, en la justicia canónica buscando canonista, buscando abogados, etc, etc, para hacer justicia.”-confesó Contreras.

“Lo que sí es verdad y lo reconozco ante la sociedad, es que tal vez no he sido lo suficientemente pastor en acompañar a las víctimas. Y en algunos casos no lo pude hacer porque el Fiscal del momento me prohibió interrogar a una víctima, cosa que él no podía hacer porque la justicia canónica es aparte de la justicia civil.”-concluyó sus confesiones el Obispo de San Felipe Cristian Contreras.

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